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Besémonos contra la homofobia

- Ideales
Besémonos contra la homofobia Ayer, 3.000 homosexuales, convocados por la FELGT (federación de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) se besaron ante la catedral de la Almudena en Madrid. En el mismo templo donde se casarán el príncipe Felipe y Leticia Ortiz, para protestar contra la homofobia de la Iglesia Católica y contra el apoyo mutuo que mantienen con el PP.
Esta reivindicación tan llamativa, no dejó impasible a nadie, incluso una "abuelas" que pasaban por allí intentaron separar a dos chicos que se besaban...pobres (las abuelas).
Entre beso y beso, se leyó un comunicado en el que se decía que nadie es ciudadano de segunda por enamorarse de alguien de su mismo sexo, que ya hay niños que viven con parejas homosexuales ¿y ahora que van a hacer? ¿separarlos?...,
Tras la ración de besos, un grupo de homosexuales hizo un teatro contra el último documento presentado por la Iglesia amenizados por una charanga. La fiesta continuó en la plaza de Chueca, con un pasacalle donde se sintió el ritmo de la samba.

Lo único que no me gustó, fue ver las pancartas de dos grupos políticos...¿estaban ahí por que se acercan las elecciones?...espero que no.

5 comentarios

HIjo_Unico -

A mi no me gusta besarme en publico como tampoco me gusta fumar en publico, cuando se trata de demostrar lo que soy lo hago con mi arte y con mi trabajo. Prefiero demostrar que soy un hombre gay muy productivo a demostrar que soy buen besador. Como sea no estoy en contra si les gusta que les vean besarse ale! a besarse.

caramelo -

Livertad sexual, así me gusta, que cada uno haga lo que quiera....
Un abrazo

caramelo -

Libertad sexual, así me gusta, que cada uno haga lo que quiera....
Un abrazo

oroD -

te recomane que visites els comentaris al meu post "No recibir" de fa un parell de dies... Després borres si vols aquest comentari... Ja me diràs.

oroD -

Yo ayer le besé primero en Springfield, luego en Zara, y más tarde en Pull and Bear. Después nos fuimos a la FNAC y entre discos y libros le di más besos. Y en el bus de vuelta. Y en la cafetería... La verdad es que no necesito una concentración para besarle... Y muchas veces me sorprendo al ver que nadie nos miraba... Puede que no llamemos tanto la atención como creíamos.